Introducción



La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) comprende las 16 delegaciones del Distrito Federal, 59 municipios del estado de México y 1 del estado de Hidalgo.

La zona metropolitana concentra el mayor número de negocios y de actividades comerciales en el Distrito Federal por lo que es de suma importancia para la actividad económica del país y su integración ha sido prioritaria, sobre todo en lo que se refiere al tránsito de mercancías y personal.




En el contexto de la globalización esta integración trasciende las fronteras estatales y el objetivo es unir ciudades de diferentes países, que cumplan ciertos requisitos como: ser sede de transnacionales, tener aeropuerto internacional, que sean renombradas, con buen transporte público, que tengan la capacidad de organizar eventos masivos mundiales (olimpiadas, mundiales de fútbol, conciertos), que cuenten con infraestructura (hoteles, restaurantes, bancos, museos, lugares turísticos), aparatos de seguridad pública eficientes y zonas “aburguesadas” libres de los efectos negativos del capitalismo (prostitución, vagabundos, pordioseros, vendedores ambulantes, protestas sociales) pero sin detener al crimen organizado del todo ya que ahí también ha penetrado el capital (giros negros, trata de blancas, venta de drogas, piratería) entre otras; tales como Londres, Nueva York, París y Tokio que han sido tradicionalmente consideradas las "cuatro grandes" ciudades de todo el mundo porque también sirven como símbolos del capitalismo global.

El libre flujo de capitales sobre la Ciudad de México activó el boom inmobiliario necesario para el establecimiento de transnacionales en una zona que era un tiradero de basura: Santa Fe. Zona que aun hoy es un proyecto sin terminar y que ha quedado “aislada” por la falta de infraestructura vial.

La propuesta de la carretera de peaje denominada Supervía responde a las exigencias del Banco Mundial que a través del capital privado (COPRI, OHL) y usando al Gobierno del Distrito Federal (GDF), a instancias federales y judiciales pretenden llevar a cabo este megaproyecto. Que por lo visto son parte de acuerdos que trascienden gobernantes o partidos políticos y que no son exclusivos del D.F. sino de todo el país y muchas partes del mundo, tenemos proyectos de hidroeléctricas, carreteras, desarrollos turísticos en playas, selvas; explotaciones mineras a cielo abierto, aeropuertos, campos de golf, desarrollos inmobiliarios, etc.

Cabe mencionar que el papel de las autoridades es tal que las diferencias entre estos y las empresas se han hecho nulas, los servidores públicos parecen empleados, han usado mentiras, diagnósticos inventados, hostigamiento, procedimientos legaloides y la forma más primitiva y autoritaria que es la fuerza del aparato de seguridad pública (granaderos). Pero que recordando siempre ha sido la forma en que el capitalismo ha avanzado, saqueando, que nos recuerda el hecho teorizado por Carlos Marx en “la llamada acumulación originaria”.

Ante el vacío que han dejado las autoridades los vecinos de la colonia Malinche y otros preocupados se han unido en el Frente Amplio Opositor: ONG’s, expertos, litigantes y movimientos sociales con la misma problemática, con los mismos adversarios pero con diagnósticos del problema y formas de lucha diferentes.




Ante la lógica del capital y el vacío de poder, los afectados se unen para no ser barridos, ya que son vistos no como seres humanos sino como “obstáculos al progreso” pero ¿al progreso de quién?